Narra la señora María de los Angeles Petrusco, nieta del Sr. Eduardo Dovara, que antes del año 1930 las tierras de La Noria pertenecían al Sr. Tránsito Pérez siendo en este año adquiridas por su abuelo, con la ayuda de un agrimensor realizo el loteo de algunas de sus hectáreas, confeccionándose los planos correspondientes a efectos de forma el pueblo y edificios públicos. Corría el año 1932, el Sr. Dovara instaló una usina eléctrica propia pero fue por poco tiempo, ya que a los dos o tres meses pasó a manos del Sr. Bertoni